Violencia de genero y ausencia paterna.

La estrategia de feminizar el mundo ha generado más violencia, de nada ha servido leyes que reprenden al varón, pues siguen las muertes a las mujeres, los incestos, las violaciones y humillaciones a las mujeres. ¿De qué sirve un lenguaje inclusivo y feminizado? —¿de que sirve poner rosado a las leyes o llenar de lazos las instituciones?— si se sigue ultrajando a la mujer. Hay cada día más organismos en favor de la mujer y ¿cuáles son los resultados? —me pregunto. Aumento de la violencia intrafamiliar, las estadísticas lo corroboran. ¿Qué ha fallado? Al parecer no ha dado resultado la feminización del mundo como se ha pretendido, se ha querido dar muerte al hombre y a la paternidad socialmente, pero el resultado ha sido adverso. Cada día se exalta a la “super woman” a la que puede ser padre y madre a la vez como que si esto no trae consecuencias para ella misma. Falso. A esa exagerada exaltación de que la mujer debe estar “sola” y que ella “reeduca” a la nueva generación. Una pretendida meta al matriarcado exagerado y un continuo ataque a la paternidad como si ésta ya no es necesaria. Estudios científicos demuestran que la ausencia del padre acarrea una serie de problemas de salud síquica y física, ya que el sistema inmunológico se ve afectado por el stress del abandono y el desamparo.

Como jurista me preocupa el aumento de criminalidad, y además como colaboradora de la justicia me cuestiono como puede aportar la ley a bajar la violación a la norma. Pues el que trasgrede la ley, es porque en el núcleo familiar no se le educó al respeto a normas, directrices y disciplina. La doctora María Calvo Charro profesora titular de la Universidad Carlos III de Madrid ha publicado un artículo (www.temesdavui.org), al que comparto en su conjunto y su preocupación en esa relación paterno-filial sobre los hijos y futuros ciudadanos. Se afirma que la ideología de género ha venido a promover la violencia. Pues en ella se exacerban los ánimos contra los hombres, y contra la paternidad queriendo ideológicamente adoctrinar a la sociedad diciendo que los hombres no son necesarios (Rosanna Hertz: “Sola por elección. Madre por elección”.) e inclusive “criminalizarlos” por ser hombres. La autora Peggy Drexler afirma que inclusive en la procreación y maternidad la presencia del padre se considera prescindible. Con estos postulados el hombre es instrumentalizado y se ha pasado a considerar al niño “un bien propio y exclusivo”. Las estadísticas arrojan que existen 24,7 millones de niños que crecen sin el padre (EE. UU.); el 40 por ciento de niños norteamericanos nacen fuera del matrimonio. El doctor Dobson señala que el niño sin la dirección y guía del padre lo frustra, siente soledad, inseguridad y depresión, que lo conduce a varias formas de violencia. El efecto de la ausencia muestra la base de la mayoría de los problemas sociales más urgentes: pobreza, delincuencia, embarazo adolescente, abuso infantil, violencia doméstica y más riesgo de uso de drogas. La desculturización de la paternidad consiste en la devaluación del padre, y solo es valorado el padre en la medida que es una “segunda madre” exigido este papel inclusive por las propias mujeres. Pues se les recrimina porque no cuidan, atienden o entiende a los hijos al modo femenino, así los hijos captan esta crítica y pierden el respeto, a lo que luego se les considera inútiles según el doctor David Gutman.

¿Por qué el padre es importante en la relación paterno-filial, por ende en el orden social y jurídico? Ofrece: a) individualización del menor (separación sana de la madre, que se origina desde la vida uterina), b) impone al hijo el orden de filiación frente a sus pretensiones y 3) Ayuda al hijo a adquirir su identidad sexual. La separación que realiza el padre del hijo en relación con la madre es imprescindible para su desarrollo e interacción posterior a la sociedad, el hijo buscara naturalmente desligarse de la madre para diferenciarse de ella, en la adolescencia buscara la violencia y la transgresión para afirmar su propia existencia y autoafirmación, entonces crecerá con respuestas de desprecio y agresividad hacia la mujer, en su vida adulta no sabrá comportarse como verdadero hombre y tiende a seguir agrediendo a la mujer pues fue su única forma de autoafirmarse por la ausencia del padre en el hogar. Por ende un Estado y una sociedad que exija la protección a la unidad del matrimonio podrá obtener una sociedad menos violenta, en cambio un Estado que fomente la desunión del matrimonio garantizará una sociedad disfuncional y más violenta.

La autora es abogada. Miembro de Asociación Nicaragüense de la Mujer.

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