Moral de la Vida



Introducción
Moral de la Vida.

Filosofía del Razonar-------Dialéctica o Lógica.
Filosofía del Conocer------ Epistemología o Critica.
Filosofía del Ser--------------Ontología.
Filosofía del Mundo---------Cosmología.
Filosofía del hombre--------Psicología.
Filosofía de Dios------------Teodicea.
Filosofía del Ser Moral-----Ética.

Definición de antropología: ciencia que estudia las respuestas del ser humano ante el medio, las interrelaciones entre ambos y el marco sociocultural en el que se desenvuelven. Filosofía que reflexiona sobre el ser humano, su naturaleza y posición en la realidad.
Definición de Ética: Entre todos los seres la voluntad humana es la única que tiende libremente hacia su fin. El conocimiento de esa elevada actividad y ese mismo obrar son de grande importancia. La parte de la filosofía que toma como objeto dicha actividad es la filosofía moral (del latín “mores”: modo frecuentes de obrar por determinación libre), y que por lo mismo, puede definirse: “La ciencia filosófica que trata de la rectitud de los actos humanos”. De ahí su carácter, es la filosofía práctica de las costumbres, así como la dialéctica es la Filosofía práctica de la razón y las demás partes son filosofía especulativas.[1]
Para introducirnos a los subtemas, es preciso recapitular una pequeña introducción a los orígenes de la Bioética, el surgimiento y el desarrollo actual que responde a una necesidad inminente del hombre actual, cada día más moderno, mas tecnológico y menos humano.
En los últimos  años al menos hemos sido testigos de un esfuerzo fecundo de utilizar las ciencias biomédicas al servicio del mejoramiento de la calidad de vida. Ha habido una explosión por promover y defender los nuevos derechos humanos, así se viene desarrollando una cultura que alcanza cada vez mas un amplio dominio sobre la vida. Con decisiones mortales que siguen suscitando debates locales y globales a razón de la humanidad de nuestro siglo, pues la cultura está guiada por un equívoco lema: “Todo lo que técnicamente sea posible, es éticamente posible”. Reflexionando detenidamente sobre este lema encontramos que esta nutrido de relativismo, laicismo, la equivoca autonomía y libertad, fenómenos culturales que conducen a las personas a encerrarse en sus propios intereses dificultándose los intereses comunes. Así la vida se comprende por acuerdos o consensos y no como un existir con referencia a un Creador, en donde hay normas morales absolutas que no se pueden transgredir.
Esta realidad conduce al debilitamiento  progresivo de la razón, de la ciencia y la sociedad frente a la sacralidad de la persona, olvidando el reconocimiento de la dignidad humana su origen y su fin y a de provocar la confusión de no saber discernir cuando se esta en el plano de lo humano y cuando en el plano de lo no humano se está frente a una ley, o la investigación o cuando se está frente a un dilema ético.
Es por ello importante la formación en Bioética, para que se contribuya con su ciencia al progreso de la humanidad bajo la virtud de la sabiduría sabiendo aplicar la razón científica y tecnología al micro y macrocosmos de modo que ejecutando las competencias profesionales no pierdan la finalidad social de la vocación,  asi como el fin de la ciencia y del conocimiento, que es el de ayudar a las personas y no convertirse en un poder de destrucción.
Una bioética personalista conduce a que los profesionales tengan un alto concepto de la vida humana., “respeten a toda la Vida en el estado que este”, la acojan, la sirvan, la protejan, la acompañen dignamente hasta su final; pues reconocen los principios de un orden moral, y saben distinguir y relacionar la triada metafísica creador, creatura, creado, sin ir en contra del avance científico ni endiosarlo.
Cuando no existe una sólida y clara base antropológica, de la cual derivan criterios objetivos para distinguir el bien del mal, debilitan enormemente la verdad de la persona, la profesión y cualquier valoración sea de tipo ético, bioético, jurídico, moral y deontológico.
Historia y desarrollo del movimiento Bioético.
La palabra bioética fue utilizada por primera vez en 1970,  por el medico cancerólogo (oncólogo) Van Rensselaer Potter[2] en su libro Bioetica un puente hacia el futuro. Por ello el mismo vocablo en su etimología busca expresar la unión de dos saberes: bios (conocimiento biológico de las ciencias de la vida y experimentales) y Ethos (conocimiento del modo de ser o carácter en cuanto forma devida adquirida o conquistada por el hombre).
Para este autor era claro que no se puede separar la ética de los hechos biológicos, la relación del progreso humano y el ambiente, y el peligro de la supervivencia de la especie humana. En ese entonces la bioética era la ciencia de la supervivencia. A esto se sumaba los nuevos temores del ADN. Para Elio Sgreccia, la bioética nace como un grito de alarma frente a una posible catástrofe que podía amenazar la misma supervivencia humana y del ecosistema debido al descubrimiento de las nuevas tecnologías científicas en particular en el campo de la medicina”.
Para André Helleger, quien tiene el mérito de estructurar la bioética como una disciplina académica e introducirla en el mundo universitario, político y de la comunicación. Este mismo autor uso el vocablo dándole otro impulso público de difusión, se dedicaba a la investigación demográfica.
Algunas definiciones de Bioética:
·         Estudio sistemático de la conducta humana en el ámbito de las ciencias de la vida y de la salud, en cuanto que examina esta conducta a la luz de valores y principios morales.[3]
·         Estudio sistemático de las dimensiones morales de las ciencias de la vida y de la salud utilizando varias metodologías éticas con una impostación interdisciplinar [4].
·         La bioética como movimiento cultural con amplio espectro que comprende la postura y la sensibilidad de los individuos frente a los grandes temas de la vida, de la sexualidad, de la muerte, de la ecología. [5].
Estas definiciones nos llevan a valorar la bioética como una disciplina que abraza la ciencias humanas y las ciencias experimentales para lograr una “sabiduría de la ciencia”. Asi suscita una reflexión interdisciplinar al traer el aporte de las ciencias de la salud, la ecología, la filosofía, el derecho y la teología esta última como horizonte de sentido.
Acontecimientos  que preparan e impulsan la Bioética.
·         En el siglo VI a C., el juramento Hipocrático es el primer testimonio de conciencia de la medicina sobre sus implicaciones éticas.
·         En el siglo I a C., se encuentra en la India un juramento de iniciación  asi como el juramento de Aspah (Judío), los consejos de un médico árabe en el siglo X, los cinco mandamientos y las diez exigencias en la China del siglo XVIII: no hacer daño, la santidad de la vida, el médico debe aliviar el sufrimiento.
·         En el cristianismo desde sus comienzos hasta el día de hoy, prevalece como norma vinculante y del actuar de la cultura, asi como del personal de la salud, el quinto mandamiento NO MATAR desde el inicio de la vida hasta el final.
·         Al surgir la edad media las primeras escuelas de medicina se adopta la costumbre que permanece vigente especialmente en el mundo anglosajón de que los alumnos, al finalizar los estudios  de medicina profesen solemnemente la versión actualizada del juramento hipocrático antes de iniciar su profesión.
¿Cuáles son esos acontecimientos?. (Mencionar los de la fotocopia).pag 19.

La bioética nace entonces como una actuación multidisciplinar cuando los científicos además de dominar y transformar la naturaleza logran un dominio y una capacidad de transformación del mismo ser humano. [6]
Tipos de bioética, de acuerdo a tendencias culturales:
ü  Bioética laica. Se refleja aun el conflicto entre Fe y Razón.
ü  Bioética Católica. Busca equilibrar la ciencia y la fe, la naturaleza y la revelación.
ü  Bioética anglosajona o de principios. Preocupada por la jurisprudencia y el establecimiento de las leyes.
ü  Bioética mediterránea.  Preocupada por la comprensión del hombre y su destino.
ü  Bioética UNESCO.  Apunta a legitimización de uan bioética de procedimiento y de consentimiento, opuesta a la meta-bioética, con desacuerdo sobre su matriz axiológica y la metodología de consentimiento democrático.
La Iglesia atenta al camino del hombre confiado a ella, viene dando en el tema de la bioética un aporte significativo, basado en una pastoral de la inteligencia, quizás ya desde Pio XII y resaltado enormemente por Juan Pablo II, al afirmar en uno de sus documentos emblemáticos sobre la vida humana.[7]. Otros ejemplos de la pastoral de la inteligencia han sido, la academizacion de la bioética en cursos, institutos católicos en bioética personalista en el mundo, el papel protagónico de la Academia Pontificia por la Vida, El Pontificio Consejo para la pastoral de la salud y para la familia, declaraciones magistrales emitido por la Secretaria el Vaticano que ha dado su contribución sobre la declaración universal del genoma humano y los derechos del hombre, redactada en  Paris durante la 29 seccion de la Conferencia General UNESCO.
Se requiere por tanto de una pastoral de la inteligencia que sepa leer críticamente esta disciplina, que estrictamente trabaja con datos de razón que vienen de la biomedicina y la ciencia. Por eso es necesario que hayan y existan agentes de pastoral, profesionales creyentes que sepan leer los datos biomédicos, sepan discernir propuestas bioéticas desde una perspectiva antropológica, axiológica, social y teológico en pro de salvar el orden moral establecido en la dignidad humana de toda persona,  favorecer la institución matrimonial y en especial apoyar al mas débil.
Entre los temas éticamente cuestionables, como fecundación in vitro, clonación, manipulación de células madres, manipulación de embriones, trasplante de órganos, a eutanasia, los cuidados paliativos, los derechos sexuales y reproductivos, se interpretan solo por el criterio de racionalidad a través del experimento y del pluralismo oponiéndose a una bioética trascendente.[8]
En la bioéticas cerradas a lo trascendente se tiene la percepción errada que el catolicismo se opone al progreso y a la maravilla de la ciencia. La pastoral de la inteligencia se enfrenta a esas falsas visiones sobre la Iglesia, sin olvidar que vivimos en una sociedad de extraños morales, pues la tendencia y la actuación es hacia un pluralismo cultural y filosófico (relativismo) conduciendo a nivelar los valores, lo que debemos buscar es establecer principios de unión. La fe no excluye la razón.
Propuesta de la Pastoral de la Inteligencia.
ü  Difundir la cultura de la vida.
ü  Concientizar en los profesionales de la salud el sentido del valor sagrado de la praxis biomédica en todo el arco de la vida humana.
ü  Favorecer el valor contemplativo por la vida humana en sus diferentes estadios y circunstancias.
ü  Armonizar en la ética el encuentro de la autonomía de una conciencia y una confianza en el contexto de una alianza en donde el centro es una persona.
ü  Favorecer una discusión argumentativa frente al sentido y el fin de la salud de la procreación, de la sexualidad, de la vida, la experimentación, la muerte, siento capaces de llamar allí al bien-bien y al mal-mal.
ü  Buscar soluciones eficaces y reales para que todos aprendamos a vivir con los mas débiles, o con los últimos de la sociedad.
ü  Velar por la justa honestidad intelectual en la lectura de los datos de la ciencia biomédica y en la  investigación, junto con el peligro de promulgar leyes injustas que atenten contra la verdad de la ciencia y el bien de la especie humana.
LEER caso Terri Schiavo. Pag. 34.





[1][1] Rahaim M, Salomon. Compendio de Filosofia. LIMUSA. 1985.pag.533.
[2] Garcia Serrano, Saul Ernesto. Formación Profesional en Bioética. San Pablo, 2008. Pag. 15.
[3] Reich W.T. Enciclopedia de Bioetica. Vol I. N.Y. 1978. Pag 19.
[4] Ibidem.
[5] Mele, Vicenza y Palazzani. Laura. Metodologia didáctica en Bioetica. Pag, 453.
[6] Trevijeno, Manuel. ¿Qué es la bioética? Sígueme, 1999. Pag 56.
[7] Juan Pablo II. Carta Encíclica Evangelium Vitae. N 27.
[8] Lo que mantiene la síntesis histórica de la razón y fe, en donde la razón se abre a Dios y a un orden moral. 

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